Diseñado por el arquitecto turolense Alejandro Cañada, destaca por sus grandes pórticos de madera laminada que, sustentados en pilastras de hormigón, delimitan el recinto ferial. Este es un ejemplo más de que, desde el primer momento, el Palacio de Exposiciones y Congresos de Teruel fue ideado para albergar celebraciones de envergadura.